jueves, 10 de marzo de 2011

Hemorroides

Hemorroides
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Última revisión miércoles 28 enero de 2009
Dr. Jorge Baixauli Fons
Especialista en Cirugía Digestiva
Consultor Clínico. Departamento de Cirugía General y Digestiva
CLINICA UNIVERSIDAD DE NAVARRA
¿Qué son?

En el tramo distal del canal anal es normal la presencia de unas estructuras a modo de «cojines», constituidas por tejido vascular principalmente. Estas estructuras se han venido a llamar plexos hemorroidales. Cuando, de la alteración de estas estructuras se deriva una sintomatología (sangrado, dolor, salida al exterior, etc.), se habla de enfermedad hemorroidal o hemorroides.Estos plexos pueden estar localizados bien en el interior del ano (plexos internos) o en el exterior (plexos externos). En función de qué tipo de plexo se altere, hablaremos de hemorroides internas, externas o mixtas.
¿Cuáles son sus causas?

La patología hemorroidal es multifactorial, es decir, muchas causas pueden influir en el desarrollo de las hemorroides. Sin embargo, la más directamente relacionada con esta patología es el estreñimiento asociado a la realización de un esfuerzo defecatorio frecuente y constante. Otras posibles causas de la patología hemorroidal son la diarrea (por la irritación química de las heces líquidas sobre las hemorroides), la ingesta de ciertos alimentos (picantes, alcohol, etc.), el embarazo (motivadas por la presión que el feto ejerce sobre la circulación del retorno venoso a nivel de la pelvis) e incluso factores hereditarios.
¿Cuáles son sus síntomas?

La definición de los síntomas en las hemorroides cobra especial importancia, dado que si, como hemos dicho, los plexos hemorroidales son estructuras normales, tan sólo cuando su alteración produzca clínica de algún tipo será cuando hablemos de enfermedad hemorroidal. De esta forma, en casos en que los plexos hemorroidales aumentados de tamaño no producen ningún síntoma al paciente no se puede entonces hablar de patología o enfermedad hemorroidal.

La clínica más común que aqueja estos pacientes es el sangrado, típicamente escaso y asociado a la deposición, acompañando a las heces o en las maniobras de limpieza. Sin embargo, en ocasiones puede ser abundante y alarmante. Otro síntoma frecuente es la salida al exterior de una masa carnosa que corresponde con una hemorroide interna que sale hacia el exterior. El dolor no es un síntoma frecuente y cuando aparece está asociado a lo que se conoce como crisis hemorroidal o a episodios de trombosis de las hemorroides. El tratamiento de la trombosis hemorroidal es sencillo y consiste en la evacuación bajo anestesia local del trombo causante del episodio. Otros síntomas menos importantes de las hemorroides son: prurito anal, emisión de moco, etc.
¿Cómo se diagnostican?

El diagnóstico de la patología hemorroidal se deriva de la sintomatología descrita, seguida por una exploración física en la que se evidencia una dilatación patológica de los plexos hemorroidales. Sin embargo, dado que otras patologías benignas y malignas del tubo digestivo pueden cursar con emisión de sangre por el ano, cuando ésta aparece incluso con un diagnóstico evidente de hemorroides, puede ser recomendable la realización de una colonoscopia para descartar otras patologías.
¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento de la patología hemorroidal va a estar en función de la intensidad de la sintomatología que se presente.

Sin embargo, en cualquiera de los casos es recomendable la adopción de una serie de medidas higiénico-dietéticas como son:

* Evitar en la medida de lo posible el estreñimiento mediante dieta rica en fibra (fruta, verdura, pan, cereales, etc.)
* Aumentar la ingesta de liquidos (de 2 a 3 litros al día)
* Es recomendable evitar los episodios de diarrea si éstos se presentan con frecuencia. Procure realizar una deposición al dia.
* Evitar comidas con exceso de picantes y el consumo de alcohol.
* Realizar algo de ejercicio diariamente.
* Evitar realizar esfuerzos en el momento de hacer deposición, de modo que la defecación debe ser lo más espontánea posible, disminuyendo el tiempo necesario para completarla.
* Si las hemorroides se prolapsan (se salen del ano), lo mejor es intentar devolverlas a su posición habitual haciendo una leve presión con el dedo.
* En caso de padecer hemorroides, es conveniente evitar el traumatismo de éstas durante la limpieza con papel, siendo preferible el uso de lavados con agua tibia o de toallitas humedas.
* Puede ser beneficioso en hemorroides incipientes la realización de baños de asiento con agua tibia durante 10-15 minutos, dos o tres veces al día.

Si, pese a estas medidas higiénico-dietéticas, las hemorroides no mejoran o progresan, el siguiente escalón en su tratamiento es la aplicación de tratamientos tópicos mediante cremas, pomadas, supositorios etc. Estos compuestos suelen presentar una asociación de anestésicos locales, antiinflamatorios (corticoides etc.), descongestionantes venosos, etc. Las Cremas antihemorroidales, deben usarse durante un tiempo limitado (no más de 5-7 días, porque le pueden provocar más sangrado).

Cuando la enfermedad se encuentra más evolucionada, sobre todo cuando la dilatación de las hemorroides y el prolapso hacia el exterior es mayor, estas medidas higiénico-dietéticas no serán efectivas. En este caso se puede intentar la realización de tratamientos intermedios antes de la cirugía, como son las inyecciones esclerosantes, la fotocoagulación con infrarrojos (CIR) o con láser, la electrocoagulación, la criocirugía o la colocación de bandas elásticas.

* El tratamiento con inyecciones esclerosantes se realiza mediante la inyección de sustancias irritantes en el tejido que rodea las hemorroides
* La Ligadura con Banda Elástica es el tratamiento de elección en hemorroides grados I a III. Se realiza una ligadura en la base de las hemorroides para producir una fijación del tejido y evitar su protrusión hacia el exterior y con ello su ingurgitación, sangrado, etc.

Estos tratamientos solamente se realizan en caso de hemorroides internas y su grado de eficacia depende de lo avanzado de la enfermedad.

Cuando todo lo anterior no logra controlar los síntomas de la enfermedad está indicada la realización de una hemorroidectomía quirúrgica, es decir, la extirpación de los plexos patológicos mediante cirugía. Si bien el postoperatorio puede asociarse a la presencia de dolor más o menos intenso, la escisión quirúrgica de las hemorroides es el tratamiento con mejores resultados a largo plazo.

Independientemente de la modalidad terapéutica que se aplique, después de cualquier tratamiento para las hemorroides es recomendable evitar el estreñimiento, así como la realización de esfuerzos defecatorios importantes.

Hemorroides

Hemorroides
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Última revisión miércoles 28 enero de 2009
Dr. Jorge Baixauli Fons
Especialista en Cirugía Digestiva
Consultor Clínico. Departamento de Cirugía General y Digestiva
CLINICA UNIVERSIDAD DE NAVARRA
¿Qué son?

En el tramo distal del canal anal es normal la presencia de unas estructuras a modo de «cojines», constituidas por tejido vascular principalmente. Estas estructuras se han venido a llamar plexos hemorroidales. Cuando, de la alteración de estas estructuras se deriva una sintomatología (sangrado, dolor, salida al exterior, etc.), se habla de enfermedad hemorroidal o hemorroides.Estos plexos pueden estar localizados bien en el interior del ano (plexos internos) o en el exterior (plexos externos). En función de qué tipo de plexo se altere, hablaremos de hemorroides internas, externas o mixtas.
¿Cuáles son sus causas?

La patología hemorroidal es multifactorial, es decir, muchas causas pueden influir en el desarrollo de las hemorroides. Sin embargo, la más directamente relacionada con esta patología es el estreñimiento asociado a la realización de un esfuerzo defecatorio frecuente y constante. Otras posibles causas de la patología hemorroidal son la diarrea (por la irritación química de las heces líquidas sobre las hemorroides), la ingesta de ciertos alimentos (picantes, alcohol, etc.), el embarazo (motivadas por la presión que el feto ejerce sobre la circulación del retorno venoso a nivel de la pelvis) e incluso factores hereditarios.
¿Cuáles son sus síntomas?

La definición de los síntomas en las hemorroides cobra especial importancia, dado que si, como hemos dicho, los plexos hemorroidales son estructuras normales, tan sólo cuando su alteración produzca clínica de algún tipo será cuando hablemos de enfermedad hemorroidal. De esta forma, en casos en que los plexos hemorroidales aumentados de tamaño no producen ningún síntoma al paciente no se puede entonces hablar de patología o enfermedad hemorroidal.

La clínica más común que aqueja estos pacientes es el sangrado, típicamente escaso y asociado a la deposición, acompañando a las heces o en las maniobras de limpieza. Sin embargo, en ocasiones puede ser abundante y alarmante. Otro síntoma frecuente es la salida al exterior de una masa carnosa que corresponde con una hemorroide interna que sale hacia el exterior. El dolor no es un síntoma frecuente y cuando aparece está asociado a lo que se conoce como crisis hemorroidal o a episodios de trombosis de las hemorroides. El tratamiento de la trombosis hemorroidal es sencillo y consiste en la evacuación bajo anestesia local del trombo causante del episodio. Otros síntomas menos importantes de las hemorroides son: prurito anal, emisión de moco, etc.
¿Cómo se diagnostican?

El diagnóstico de la patología hemorroidal se deriva de la sintomatología descrita, seguida por una exploración física en la que se evidencia una dilatación patológica de los plexos hemorroidales. Sin embargo, dado que otras patologías benignas y malignas del tubo digestivo pueden cursar con emisión de sangre por el ano, cuando ésta aparece incluso con un diagnóstico evidente de hemorroides, puede ser recomendable la realización de una colonoscopia para descartar otras patologías.
¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento de la patología hemorroidal va a estar en función de la intensidad de la sintomatología que se presente.

Sin embargo, en cualquiera de los casos es recomendable la adopción de una serie de medidas higiénico-dietéticas como son:

* Evitar en la medida de lo posible el estreñimiento mediante dieta rica en fibra (fruta, verdura, pan, cereales, etc.)
* Aumentar la ingesta de liquidos (de 2 a 3 litros al día)
* Es recomendable evitar los episodios de diarrea si éstos se presentan con frecuencia. Procure realizar una deposición al dia.
* Evitar comidas con exceso de picantes y el consumo de alcohol.
* Realizar algo de ejercicio diariamente.
* Evitar realizar esfuerzos en el momento de hacer deposición, de modo que la defecación debe ser lo más espontánea posible, disminuyendo el tiempo necesario para completarla.
* Si las hemorroides se prolapsan (se salen del ano), lo mejor es intentar devolverlas a su posición habitual haciendo una leve presión con el dedo.
* En caso de padecer hemorroides, es conveniente evitar el traumatismo de éstas durante la limpieza con papel, siendo preferible el uso de lavados con agua tibia o de toallitas humedas.
* Puede ser beneficioso en hemorroides incipientes la realización de baños de asiento con agua tibia durante 10-15 minutos, dos o tres veces al día.

Si, pese a estas medidas higiénico-dietéticas, las hemorroides no mejoran o progresan, el siguiente escalón en su tratamiento es la aplicación de tratamientos tópicos mediante cremas, pomadas, supositorios etc. Estos compuestos suelen presentar una asociación de anestésicos locales, antiinflamatorios (corticoides etc.), descongestionantes venosos, etc. Las Cremas antihemorroidales, deben usarse durante un tiempo limitado (no más de 5-7 días, porque le pueden provocar más sangrado).

Cuando la enfermedad se encuentra más evolucionada, sobre todo cuando la dilatación de las hemorroides y el prolapso hacia el exterior es mayor, estas medidas higiénico-dietéticas no serán efectivas. En este caso se puede intentar la realización de tratamientos intermedios antes de la cirugía, como son las inyecciones esclerosantes, la fotocoagulación con infrarrojos (CIR) o con láser, la electrocoagulación, la criocirugía o la colocación de bandas elásticas.

* El tratamiento con inyecciones esclerosantes se realiza mediante la inyección de sustancias irritantes en el tejido que rodea las hemorroides
* La Ligadura con Banda Elástica es el tratamiento de elección en hemorroides grados I a III. Se realiza una ligadura en la base de las hemorroides para producir una fijación del tejido y evitar su protrusión hacia el exterior y con ello su ingurgitación, sangrado, etc.

Estos tratamientos solamente se realizan en caso de hemorroides internas y su grado de eficacia depende de lo avanzado de la enfermedad.

Cuando todo lo anterior no logra controlar los síntomas de la enfermedad está indicada la realización de una hemorroidectomía quirúrgica, es decir, la extirpación de los plexos patológicos mediante cirugía. Si bien el postoperatorio puede asociarse a la presencia de dolor más o menos intenso, la escisión quirúrgica de las hemorroides es el tratamiento con mejores resultados a largo plazo.

Independientemente de la modalidad terapéutica que se aplique, después de cualquier tratamiento para las hemorroides es recomendable evitar el estreñimiento, así como la realización de esfuerzos defecatorios importantes.

Dolor pélvico crónico

Dolor pélvico crónico

Dr. Juan Luis Alcazar Zambrano
Especialista en Ginecología y Obstetricia
Consultor. Departamento de Ginecología y Obstetricia
CLINICA UNIVERSIDAD DE NAVARRA
¿Qué es?

Se entiende por dolor pélvico crónico el dolor de localización pélvica, es decir en el abdomen bajo, que evoluciona por un periodo superior a 6 meses. Se trata casi con toda probabilidad del motivo de consulta más frecuente en la mujer, pudiendo variar en sus características de la localización y en la intensidad.
¿Cuáles son sus causas?

A pesar de que, en numerosas ocasiones, se intentan atribuir los síntomas dolorosos a causas orgánicas específicas, no es fácil clasificar de manera simple las causas del dolor pélvico crónico. Básicamente estas causas pueden dividirse en dos grupos: cíclicas y no cíclicas, lo que puede ayudar a discernir si hay un origen del dolor relacionado con el ciclo menstrual o no.

- Causas predominantemente no cíclicas:

1. Enfermedad pélvica inflamatoria.
2. Adherencias pélvicas.
3. Malposición uterina.
4. Neoplasias de aparato genital.
5. Trastorno músculo-esqueléticos.
6. Alteraciones gastrointestinales. Colon irritable, Crohn o colitis ulcerosa, enterocolitis infecciosas, diverticulitis, obstrucción intestinal, neoplasias intestinales, hernias, apendicitis
7. Patología urinaria. Enfermedades neoplásicas, síndrome uretral crónico femenino, cistitis intersticial, vejiga irritable
8. Factores psicológicos.
9. Sin anomalías orgánicas demostrables.

- Predominantemente cíclicas:

1. Dolor de la ovulación.
2. Dismenorrea primaria.
3. Dismenorrea secundaria:

* endometriosis.
* adenomiosis.
* endometritis.
* estenosis cervical.
* leiomioma.
* DIU.

4. Síndrome premenstrual.
¿Cómo se diagnostica?

Un dolor que persiste más allá de 6 meses debe ser investigado, tanto desde el punto de vista somático como del psicosocial. Así, el estudio del problema no se puede considerar completo si no se responde a numerosas cuestiones y se revisan todas las variables posibles. Debe realizarse con un correcto interrogatorio extenso y preciso. Resulta imprescindible un buen examen clínico y realización de una analítica de laboratorio mínima. Se deben realizar cultivos de orina y exudados vaginales. Puede ser muy útil la realización de una ecografía pélvica, mejor si se realiza con sonda vaginal. Finalmente, y como último recurso, queda la posibilidad de realizar una laparoscopia, intervención quirúrgica sencilla que debe realizarse generalmente bajo anestesia general y que va a permitir el examen directo de la pelvis.

Otras exploraciones, como la resonancia magnética, pueden ser útiles. En ocasiones es recomendable realizar una laparoscopia para el estudio directo de las vísceras pélvicas.

Es una entidad que puede, y a veces debe, manejarse multidisciplinarmente, con la participación de otros especialistas (urólogos, digestólogos y traumatólogos).
¿Cuál es el tratamiento?

Una vez evaluado correctamente el dolor, si se ha encontrado una causa específica, el tratamiento de esta causa es lo primordial para el éxito terapéutico. Generalmente, se iniciará mediante un tratamiento farmacológico en aquellos casos de un dolor de origen no canceroso.

En primer lugar han de utilizarse los salicilatos. En caso de que fracasen, la siguiente opción terapéutica son los antiinflamatorios no esteroideos. En tercer lugar, nos encontramos con la terapia adyuvante con antidepresivos tricíclicos, siendo el último paso el empleo de opiáceos si no se han obtenido buenos resultados, con todos los medicamentos anteriormente mencionados.

En algunos casos el tratamiento ha de ser quirúrgico específico, según aquellas situaciones en las que se haya encontrado una aparente o posible causa del dolor, como por ejemplo la liberación de adherencias, la fijación uterina, la propia histerectomía. En otras ocasiones se realizará un tratamiento quirúrgico de las vías del dolor, pudiendo practicarse la ablación de los nervios uterosacros, la neurectomía presacra y la cordotomía o rizotomía, técnicas quirúrgicas todas ellas que tienen como meta fundamental la sección de los nervios que transmiten las sensaciones dolorosas.

Quistes pilonidales

Quiste pilonidal

Dr. Jorge Baixauli Fons
Especialista en Cirugía Digestiva
Colaborador Clínico. Departamento de Cirugía General y Digestiva
CLINICA UNIVERSIDAD DE NAVARRA
¿Qué es?

Se trata de una formación quística localizada en el surco interglúteo y que contiene formaciones pilosas en su interior. Normalmente permanecen asintomáticos y son diagnosticados cuando se complican mediante una infección secundaria, formando un absceso en esta localización.
¿Cuál es su causa?

En la actualidad está discutido si se trata de una etiología adquirida (crecimiento de un folículo piloso hacia el interior en vez de hacia el exterior) o congénita.
¿Cuáles son sus síntomas?

Habitualmente los quistes pilonidales suelen permanecer asintomáticos, pudiendo descubrirse de forma accidental la presencia de pequeños orificios por los que emergen formaciones pilosas en el espacio comprendido entre ambos glúteos, línea media del sacro. Es, frecuentemente, a partir de la segunda-tercera década de la vida, cuando, debido a un proceso de sobreinfección de éste, se produce una clínica típica de un absceso en dicha localización, con tumoración, inflamación, dolor, etc.
¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento del quiste pilonidal se plantea cuando éste se complica y produce sintomatología. En su fase aguda, en caso de abscesificación, es recomendable el drenaje del material purulento para, en un segundo tiempo, proceder a la extirpación completa de la formación quística y de los trayectos fistulosos secundarios si es que existen.En función del mayor o menor tamaño del quiste y, por tanto de la mayor o menor extirpación de tejido, se puede proceder a un cierre del defecto creado o bien permitir un cierre por segunda intención, dejando la herida abierta, requiriendo curas posteriores.Con cualquiera de los dos métodos, existe un pequeño porcentaje de pacientes que presentan reaparición del quiste.

Absceso perianal

Absceso perianal

Última revisión miércoles 28 octubre de 2009
Dr. Jorge Baixauli Fons
Especialista en Cirugía Digestiva
Consultor. Departamento de Cirugía General y Digestiva
CLINICA UNIVERSIDAD DE NAVARRA
¿Qué es?

El absceso y la fístula anal son dos situaciones motivadas por una causa común en diferentes momentos evolutivos. De esta forma, en la fase aguda se formaría un acúmulo de material purulento que se conoce como absceso anal. La evolución de este absceso mediante la formación de una comunicación entre el canal anal y la piel perianal, por la que emergería el pus, se conocería como fístula anal y representaría un paso más en la evolución de este proceso.
¿Cuáles son sus causas?

Descartadas otras etiologías específicas de infección (como enfermedad inflamatoria intestinal, tuberculosis, cuerpos extraños, tumores, traumatismos, tratamientos quimio-radioterápicos, etc.), en la actualidad se acepta que más del 90 por ciento de las infecciones del canal anal se originan en unas glándulas que se localizan en el espesor de éste.
¿Cuáles son sus síntomas?

En la fase aguda, es decir, en la formación del absceso, es típica la presencia de un dolor habitualmente de características sordas y continuas en la zona perianal, acompañado de fiebre, escalofríos, sobre todo en la fase más evolucionada. La presencia de una tumoración de aspecto inflamatorio rojizo y caliente en el margen del ano, es prácticamente diagnóstica de esta patología. Cuando el absceso ha evolucionado, una fase aguda más o menos sintomática, y da lugar a la formación de una fístula, es típica la presencia de un orificio en el margen anal por el que emerge material purulento.
¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico es sencillo y basta con la constatación de los síntomas y signos arriba descritos (fiebre, tumoración, rubefacción, emisión de pus, etc.). Sin embargo, cuando los abscesos se localizan en situación más profunda dentro del canal anal, no son tan evidentes sus manifestaciones clínicas. En estos casos, la realización de una ecografía endoscópica puede identificar la localización exacta del proceso infeccioso.
¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento de esta enfermedad es siempre quirúrgico, no siendo recomendable su demora, basándose en la toma de antibióticos o antiinflamatorios, por el riesgo de progresión y propagación de la infección. De este modo, ante la presencia de una clínica compatible con sepsis perianal (infección generalizada de origen perianal), es recomendable la realización de un drenaje y evacuación del material purulento bajo anestesia local o general, si el absceso es grande.En caso de la formación secundaria de formaciones fistulosas, el tratamiento quirúrgico puede ser más o menos complicado en función de la localización de la fístula y debe hacerse de manera electiva y previo estudio y localización de los trayectos fistulosos, para proceder a su completa extirpación, con el objeto de no lesionar estructuras musculares con el riesgo de incontinencia que ello conllevaría.

Fisura anal

Fisura anal
Dr. Jorge Baixauli Fons
Especialista en Cirugía Digestiva
Consultor Clínico. Departamento de Cirugía General y Digestiva
CLINICA UNIVERSIDAD DE NAVARRA
¿Qué es?

La fisura anal se puede definir como una úlcera situada en la parte final del canal anal, de aparición frecuente y que ocasiona grandes molestias en forma de dolor intenso pese a su pequeño tamaño.
¿Cuáles son sus causas?

La formación inicial de estas úlceras puede deberse a múltiples causas, siendo la más importante la asociación con el estreñimiento crónico. Cualquier motivo que pueda predisponer o disponer a la mucosa del ano a un traumatismo (paso de heces muy sólidas, diarreas muy líquidas e irritantes, tratamientos quimioterápicos, otras alteraciones anales previas como hemorroides, etc.) puede influir en la aparición de una fisura anal. Al parecer, el dolor producido por la formación de esta ulceración desencadena una contracción refleja de la musculatura anal, lo cual impide una correcta cicatrización de la fisura y una perpetuación de esta enfermedad. Por este motivo, los tratamientos aplicados van dirigidos a vencer esta contractura o hipertonía muscular.
¿Cuáles son sus síntomas?

El síntoma típico de la fisura anal es la aparición de dolor muy intenso, agudo y de carácter cortante, claramente asociado con el paso de las heces durante la deposición y que persiste un tiempo variable después de ésta (desde minutos hasta horas). Es posible, aunque normalmente escasa, la presencia de sangre de color rojo claro, sobre todo con la limpieza tras la deposición. Además, en ocasiones, también se asocia con la presencia de prurito o escozor en el ano. La localización típica de estas úlceras es en el margen anal anterior y posterior, de modo que ante una úlcera anal de localización atípica (márgenes laterales del ano) o que curse de forma indolora se ha de descartar que no se deba a otras causas como la enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa), enfermedades infecciosas o úlceras tumorales.
¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de la fisura anal se basa en la sintomatología referida por el paciente y la observación de la úlcera en la posición descrita. Ante una úlcera anal en una localización anómala o que presente una sintomatología atípica es recomendable la realización de pruebas que descarten otras posibles causas antes mencionadas: colonoscopia para descartar enfermedad inflamatoria intestinal, cultivo microbiológico de lesión o biopsia si es preciso.
¿Cuál es el tratamiento?

La primera medida que hay que tomar ante un paciente que presenta esta patología es evitar el estreñimiento mediante una dieta rica en fibra o bien la toma de lo que se conoce como agentes de volumen (compuestos de semillas que favorecen la realización de deposiciones blandas y no diarréicas y que son sustitutos de la fibra vegetal). Igualmente, se recomienda la realización de baños de asiento con agua templada durante 10-15 minutos después de cada deposición.En ocasiones la aplicación de tratamientos tópicos a base de pomadas o cremas que contengan anestésicos locales, antiinflamatorios (corticoides etc.) puede producir un alivio sintomático. La adopción de estas medidas en la fase muy precoz de la formación de la úlcera pueden favorecer su cicatrización y, por tanto, su resolución.

Sin embargo, en la medida en que la fisura se encuentre más evolucionada, estas medidas no van a ser efectivas. Recientemente se ha instaurado el tratamiento de la fisura anal con ungüentos o pomadas a base de nitroglicerina, cuya acción se basa en la producción de una relajación de la musculatura esfinteriana, de modo que, al aplicarla durante un mes como mínimo, se permitiría la cicatrización de la úlcera. Basado en el mismo fundamento, otra modalidad de tratamiento consiste en la inyección de toxina botulínica en el músculo esfinteriano que produciría una parálisis reversible de éste, con el consiguiente efecto beneficioso en el proceso de cicatrización de la úlcera. Estos tratamientos tienen una efectividad inicial de cerca del 80 por ciento si bien, con el paso del tiempo, se está viendo que ésta baja al 50 por ciento.

Cuando todos los tratamientos descritos fracasan, está indicado el tratamiento quirúrgico. Mediante éste, se intenta lograr una disminución del tono esfinteriano, bien mediante una dilatación forzada que produzca un desgarro de sus fibras o bien mediante una sección controlada de éstas, lo que se conoce como esfinterotomía lateral interna. Esta intervención consiste en la sección de aproximadamente 1cm del músculo esfínter interno, previa comprobación de la existencia de hipertonía de éste. Los resultados de esta intervención son excelentes y la mejoría en la sintomatología prácticamente inmediata, si bien su carácter irreversible aconseja la realización primero de otros tratamientos más conservadores.

sábado, 5 de marzo de 2011

Virus del Papiloma Humano

Virus del Papiloma Humano
Generalidades

Al menos el 50% de las personas sexualmente activas contraerán VPH genital. La mayoría ni siquiera sabrá que lo tiene. El VPH genital es un virus común entre hombres y mujeres sexualmente activos.

En los Estados Unidos, el virus del papiloma genital humano (VPH) es el virus más común transmitido sexualmente. Al menos la mitad de los hombres y mujeres sexualmente activos contraerán VPH genital en algún momento de sus vidas.

Por lo general, las condiciones como las verrugas genitales o los cambios celulares leves en el cuello del útero de una mujer, no constituyen un riesgo para la salud. Pero, en algunas ocasiones, el VPH genital puede conducir a cáncer cervical en las mujeres. Sin embargo, este tipo de cáncer (la consecuencia más grave del VPH genital) se puede prevenir con pruebas rutinarias de Papanicolaou.

El VPH genital no es algo de temer. Es algo que la comunidad debe conocer y sobre lo que se debe hablar. Toma un paso importante para la protección de tu salud y la de aquellos que amas: aprende más sobre este virus común.

¿Qué es el virus del papiloma genital humano?

El VPH es un virus que se transmite a través del contacto genital (como sexo vaginal o anal). El VPH puede afectar los genitales de los hombres (el pene y el ano) y de las mujeres (el cuello del útero, la vagina y el ano).

¿Por qué la gente no sabe mucho acerca del virus del papiloma genital humano?

El VPH genital no es un virus nuevo. Pero muchas personas no saben acerca de este virus ya que, normalmente, no presenta síntomas y desparece por sí solo sin causar problemas
de salud.

¿Quién puede contraer el virus del papiloma genital humano?

Cualquier persona que tenga contacto genital con otra persona puede padecer el VPH genital. Tanto hombres como mujeres pueden contraerlo y transmitirlo sin saberlo. Dado que el virus puede permanecer inactivo durante un tiempo prolongado, una persona puede estar infectada con VPH genital aún después de años desde que tuvo contacto sexual.

Estudios demuestran que el VPH genital se transmite por:

* Contacto genital con una persona que tenga la infección de VPH genital, incluyendo:
o Sexo vaginal con una persona que tiene la infección de VPH genital
o Sexo anal con una persona que tiene la infección de VPH genital

Ningún estudio demuestra que el VPH genital se transmite por:

* Asientos de baño
* Besos en la boca, abrazar alguien o tomarse de las manos
* Higiene personal deficiente
* Compartir alimentos o utensilios
* Nadar en piscinas, Jacuzzis, etc.



No debes sentir culpa ni avergonzarte por tener el VPH genital

Es natural que las personas que descubren que están infectadas con el VPH genital deseen saber quién se los contagió. Pero no hay modo de saberlo con seguridad. El virus es muy común. Una persona puede tener VPH genital durante un tiempo prolongado antes de ser detectado. Si tienes VPH genital, no culpes a tu pareja actual, ni supongas que tu pareja ha sido infiel. El VPH genital no debe interpretarse como una señal de que tu o tu pareja estén teniendo relaciones sexuales fuera del ámbito de la pareja.
Es posible que te sientas incómodo para hablar de temas sexuales con tu pareja. Pero mantener una conversación abierta acerca del VPH genital y de la salud sexual puede ayudarlos a ambos a proteger su salud. Puedes pedir a tu pareja que lea este documento o bien pueden leerlo juntos; de esta manera, les resultará más sencillo comenzar a hablar sobre el tema.

¿Qué hace que una persona sea más propensa a contraer el virus del papiloma genital humano?

La mayoría de las personas sexualmente activas contraen el VPH genital. Hay más probabilidades de contraerlo si tienes: relaciones sexuales desde una edad temprana, varias parejas sexuales o una sola pareja sexual que haya tenido otras parejas.
El VPH genital no es lo mismo que el VIH o herpes (virus del herpes simples; VSH). Si bien todos estos virus pueden transmitirse sexualmente, ellos no causan los mismos síntomas o problemas de salud.

El VPH genital no causa problemas de salud en la mayoría de las personas

Existen varios tipos diferentes de VPH genital, los cuales forman dos grupos principales. El primer grupo puede causar verrugas genitales (tipos de VPH de "bajo riesgo"). El segundo grupo se ha vinculado con el cáncer cervical en las mujeres (tipos de VPH de "alto riesgo").

¿Qué significa VPH de "bajo riesgo"?

Algunos tipos de VPH se conocen como de "bajo riesgo" porque no implican el riesgo de cáncer. Los tipos de VPH de bajo riesgo pueden causar cambios leves en el cuello del útero de una mujer. Estos cambios no conducen al cáncer. No son perjudiciales y desaparecen con el tiempo.

En ocasiones, este tipo de VPH también puede provocar cambios visibles en el área genital, denominados verrugas genitales. Las verrugas genitales son crecimientos anormales del tejido de la piel que aparecen en la zona genital de hombres y mujeres. Por lo general no causan dolor. Pueden ser elevadas, planas, pequeñas o grandes, simples o múltiples.

Existen varias opciones de tratamiento para las verrugas genitales. Pero, aún después de tratar las verrugas, es posible que el VPH genital aún persista y se pueda transmitir. Por tal razón, no se ha demostrado si el tratamiento de las verrugas genitales reduce las probabilidades de que una persona transmita o no el VPH genital a una pareja sexual. Si no se tratan, las verrugas genitales pueden desaparecer, permanecer sin cambios o aumentar en tamaño o en número. No se convertirán en cáncer. Se desconoce por qué el VPH de bajo riesgo causa verrugas genitales en algunos casos, pero no en otros.


¿Qué significa VPH de "alto riesgo"?

El segundo grupo de tipos de VPH genital se conoce como de "alto riesgo" porque estos tipos se asocian con el cáncer cervical. Los tipos de alto riesgo también han sido asociados con otro tipo de cáncer genital menos común, como el cáncer anal. Por lo general, la infección de VPH de alto riesgo no causa problemas de salud a nadie. Pero, en ocasiones, estos tipos de VPH pueden provocar cambios celulares. Con el tiempo, estos cambios celulares pueden conducir al cáncer, si no son tratados. Sólo la infección persistente de VPH de alto riesgo (aquella que no desaparece durante años) aumenta el riesgo de cáncer en las personas.

¿El VPH de "alto riesgo" significa cáncer?

No. El VPH de alto riesgo no es lo mismo que el cáncer. Los tipos de VPH de alto riesgo pueden causar cáncer si persisten con el tiempo y producen un cambio en las células durante muchos años. El cáncer cervical en las mujeres es el problema de salud más grave causado por el virus del VPH de alto riesgo. Pero, la buena noticia es que: existen grandes posibilidades de prevenir y curar el cáncer cervical con pruebas rutinarias de Papanicolaou y seguimiento médico. El cáncer cervical es raro en los Estados Unidos gracias al gran uso de las pruebas del Papanicolaou a través de todo el país.

¿El cáncer cervical puede originarse por otras causas?

No existe información que sugiera que las mujeres pueden contraer VPH genital o cáncer cervical por practicar sexo rudo, abortos, o sexo durante la menstruación. Sin embargo, el hecho de fumar o de tener débil las defensas del cuerpo puede contribuir a que una mujer desarrolle cáncer cervical si está infectada con el VPH genital y no se somete a pruebas rutinarias de Papanicolaou ni hace un seguimiento médico.

El virus del papiloma genital humano y las mujeres.

Es importante conocer la relación entre el VPH genital y el cáncer cervical-y qué pasos se deben seguir para evitar este cáncer.
Lamentablemente, en algunas culturas, el estudio del cáncer cervical no forma parte de la práctica rutinaria de atención médica. Por este motivo, las mujeres hispanas reciben el diagnóstico de cáncer cervical con más frecuencia y en etapas más avanzadas que las mujeres blancas. Todas las mujeres deben someterse a pruebas rutinarias de Papanicolaou, aún cuando se sientan saludables, para comprobar si existen problemas que todavía no se sienten.

¿De qué manera las mujeres pueden prevenir el cáncer cervical?

Las mujeres pueden someterse a pruebas rutinarias de Papanicolaou. Esta prueba revela cambios en las células producidos por el VPH genital. Detecta los cambios en las células en etapas tempranas, de manera que puedan ser tratados antes de que se conviertan en cáncer. Esta prueba también detecta el cáncer en la etapa inicial, de modo que pueda ser tratado antes de implicar un riesgo de vida.

¿Por qué las mujeres deben someterse a pruebas de Papanicolaou regularmente?

El cáncer cervical no presenta síntomas hasta que está avanzado. Por ese motivo la práctica de pruebas rutinarias de Papanicolaou puede salvar la vida de una mujer, porque detecta problemas antes de que la mujer se sienta enferma. Es importante para las mujeres realizar pruebas rutinarias de Papanicolaou, aún si se sienten saludables y ya no estén activas sexualmente. Cualquier mujer que haya tenido relaciones sexuales tiene un riesgo de desarrollar el cáncer cervical. En los Estados Unidos, aproximadamente mas de la mitad de las mujeres que desarrollaron cáncer cervical nunca o rara vez se realizaron una prueba de Papanicolaou.

¿Las mujeres deberían preocuparse por un resultado anormal en la prueba de Papanicolaou?

No. Las pruebas anormales de Papanicolaou son comunes. Cuando se encuentran cambios en las células, por lo general son sencillos de tratar. Pero la mujer debería realizar un seguimiento con su doctor, medico u otro prestador de servicios de salud cuando obtiene un resultado anormal. De este modo, el prestador de servicios de salud de una mujer puede detectar y tratar los cambios de las células en el cuello del útero (causados por el VPH genital) para asegurarse de que no se conviertan en un cáncer cervical que implique riesgo de vida. O bien, el doctor o prestador de servicios de salud simplemente deberá observar estos cambios en las células para asegurarse de que no empeoren.

¿Qué sucede con la prueba de VPH para la mujer?

Los doctores o prestadores de servicios de salud pueden utilizar esta prueba del ADN del VPH en las mujeres (de cualquier edad) que no obtengan resultados claros en la prueba de Papanicolaou, para ayudar a determinar los pasos a seguir en la detección del cáncer cervical. Para las mujeres mayores de 30 anõs, esta prueba y la prueba de Papanicolaou puede hacerse como parte de los estudios rutinarios de cáncer cervical. Esta prueba solo está aprobada para ser realizada como parte de los estudios de cáncer cervical. Las mujeres deberían hablar con su doctor o prestador de servicio de salud para saber si es conveniente para ellas someterse a la prueba de VPH genital junto con la del Papanicolaou.

¿Cuál es la diferencia entre la prueba de Papanicolaou y la prueba de VPH?

La prueba del ADN del VPH se utiliza solamente para detectar VPH genital en el cuello uterino. La prueba de Papanicolaou busca cambios anormales de las células en el cuello uterino, generalmente causados por el VPH genital. Los médicos no pueden tratar el VPH genital pero pueden tratar los cambios en las células que éste provoca. Es por ello que la prueba de Papanicolaou es estándar en la detección del cáncer cervical.

El VPH genital y los hombres.

No existe una prueba aprobada de VPH para hombres. Sin embargo, aunque el VPH genital es común entre los hombres heterosexuales, muy raras veces les ocasiona complicaciones de salud graves. Por lo general, el resultado más evidente del VPH genital en hombres son las verrugas genitales, las cuales se pueden ver a simple vista.
Es importante saber que los hombres pueden tener una infección de VPH genital y contagiarla a sus parejas.

¿Es necesario que sepa si tengo VPH genital?

Dado que la mayoría de las personas tienen el VPH genital en algún momento de sus vidas y, por lo general, éste desaparece por sí solo, no hay razones para someterse a una prueba sólo para detectar si se tiene este virus. Sin embargo, es muy importante que se realicen estudios para detectar las enfermedades que puede causar la infección del VPH genital, como el cáncer cervical en las mujeres.

¿Existe una cura para el virus del papiloma genital humano?

No existe una cura para el virus (VPH genital) en sí mismo, pero el cuerpo de una persona saludable puede normalmente combatir el virus por sí solo. Existen tratamientos para los problemas de salud que el VPH genital puede causar, como las verrugas genitales, los cambios en las células en la el cuello del útero y el cáncer cervical. Esto es importante, ya que una vez que el cáncer cervical se desarrolla, no desaparece por sí solo (como el VPH genital).

¿Existen modos de reducir las probabilidades de contraer el virus del papiloma genital humano?

El modo más seguro de prevenir el VPH genital es no tener relaciones sexuales (abstinencia). Si decides tener una vida sexualmente activa, puedes reducir el riesgo si mantienes una relación de lealtad mutua con alguien que no haya tenido sexo o que haya tenido sólo unas pocas parejas sexuales. De lo contrario, procura limitar el número de parejas y elígelas con precaución. Cuantas menos parejas haya tenido tu pareja, menor será la probabilidad de que él o ella tenga el VPH genital.

¿Qué sucede con los preservativos o condones?

Se desconoce qué grado de protección ofrecen los preservativos o condones contra el VPH genital. Esto se debe a que las áreas que no son cubiertas por el preservativo o condones podrían estar expuestas al virus. Sin embargo, los preservativos o condones pueden reducir el riesgo de padecer de verrugas genitales y cáncer cervical, causados por el VPH. Los preservativos o condones también pueden reducir el riesgo del VIH y de otras infecciones de transmisión sexual cuando se utilizan en todo momento y de la manera correcta.

¿Qué sucede con una vacuna?

Para información sobre la vacuna visita http://www.geosalud.com/VPH/epivph.htm

Entiende el VPH Genital: No te alarmes, infórmate¡

En resumen, es importante que todo el mundo conozca los siguientes puntos acerca del VPH genital.

* La mayoría de las personas sexualmente activas tendrán VPH genital en algún momento de sus vidas.
* El VPH genital por lo general desaparece por sí solo, sin causar problemas de salud.
* La consecuencia más grave del VPH genital es el cáncer cervical en las mujeres.
* El cáncer cervical se puede prevenir mediante la realización de pruebas rutinarias de Papanicolaou. La mayoría de las mujeres que contraen cáncer cervical no se han sometido a pruebas rutinarias de Papanicolaou.
* Las mujeres deben consultar con un doctor/médico o prestador de servicios de salud para realizarse pruebas rutinarias de Papanicolaou a fin de prevenir problemas en el futuro.
* Es importante que tanto hombres como mujeres conversen abiertamente sobre el VPH genital con sus parejas, de manera que todos estén informados y sean capaces de tomar decisiones seguras para
su salud.



Fuente
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
http://www.cdc.gov/

jueves, 3 de marzo de 2011

Verrugas

CAUSAS DE LAS VERRUGAS

Las verrugas aparecen en la piel del ser humano ya que son tumores de ésta y son causadas por una infección del virus llamado papiloma humano que tiene más de 70 tipos de ramificaciones derivadas del mismo.
La aparición de estas verrugas se dan comúnmente en períodos de infancia y adolescencia y por lo general se contagian por contacto con algún familiar o compañero. Una vez que el virus fue contagiado puede permanecer de forma latente en la piel y empieza a desarrollarse la verruga que puede permanecer por varias semanas e inclusive hasta por algunos meses.
Contraer verrugas en la piel no es alarmante, ya que no representa un problema médico: al no ser causante de enfermedades no pueden dañar de ninguna manera a un órgano interno ni pueden ser causantes de cáncer de piel (excepto una variedad de verrugas o Virus papiloma humano que coloniza el tracto genital de las mujeres). De todas formas éstas pueden alcanzar un tamaño considerable y eso las hace cosmeticamente y esteticamente inaceptables.
TRATAMIENTO DE LAS VERRUGAS

Existen diversos tratamientos para curar estas verrugas, por ejemplo:
Existen compuestos químicos, como el ácido salicílico, que eliminan la parte más superficial de las mismas, por lo general, estos líquidos se deben aplicar una vez al día y el tratamiento debe seguirse rigurosamente durante 3 meses. Antes de aplicar la loción hay que humedecer la verruga con agua jabonosa, tratar de eliminarla con una lija y recién después se puede proseguir a aplicarla y esperar a que se seque. Es importante que el proceso de secamiento se realice dejando la verruga al aire libre y después de unos minutos se debe aplicar un vendaje sobre la verruga (lo más recomendado en el caso de verrugas plantares). Si todos estos productos irritan, queman o producen molestias, el tratamiento debe ser suspendido hasta que puedan volver a ser aplicados.
En las verrugas plantares lo más común es la utilización de soluciones de formaldehído al 3%, en dónde éstas deben ser humedecidas durante varias semanas siempre cuidando que la solución no toque la piel normal.


verruga-causa
Otra de las opciones para la curación es realizar un tratamiento basado en la aplicación de crioterapia. Comúnmente es una técnica que causa molestias pasajeras y puede provocar la aparición de algunas ampollas, debe aplicarse cada semana hasta que la verruga desaparezca. La técnica posee un éxito del 70% después de haber seguido un tratamiento durante 3 o 4 meses. La electro cirugía, con aplicación de anestesia local, es muy usada entre las personas que poseen verrugas, y una vez extraída el médico procede a hacer una electrocoagulación de la base de la verruga. La sanación de la herida tiene un promedio de 2 semanas pero en algunos casos pueden tomar el doble de tiempo.

Aunque muchos opten por la extirpación quirurgica de verrugas, para aquellos que se preocupan mucho por la estética le recomendamos que no lo hagan ya que tras la cirugía es muy frecuente que queden cicatrices permanentes.


TIPOS DE VERRUGAS

Hay otros tipos de verrugas muy frecuentes en los seres humanos y esas son las verrugas genitales o venéreas: poseen forma de coliflor y crecen en la parte genital y anal del cuerpo.

También son causadas por virus y pueden ser contagiadas a otras personas por medio de la actividad sexual y empiezan a hacerse notar de 1 a 6 meses después de contraídas. En el caso de la mujer, estás verrugas crecen en la vulva, el cervix, el interior de la vagina o alrededor del ano y son secas e indoloras, mientras que en los hombres éstas crecen en la punta del pene y a veces en el escroto, en la uretra o también alrededor del ano.

Si se dejan de tratar pueden desaparecer por sí solas pero lo más probable es que crezcan y formen otro grupos de verrugas. Los síntomas son ardor, irritación, olor desagradable o dolor durante el acto sexual. Para combatirlas se las pueden extirpar quirúrgicamente, eliminarlas por congelación (crioterapia), vaporizarlas por medio del rayo láser o la aplicación de soluciones sobre las verrugas (no internas) dos veces por semana durante 6 meses.

Los tratamientos son casi un 100% efectivos pero en algunos casos las verrugas pueden volver a aparecer y si eso ocurre deben ser extirpadas nuevamente.

martes, 1 de marzo de 2011

Forúnculos de piel.

21 de septiembre de 2004

Claves para tratar los molestos forúnculos de la piel
Uno de los motivos de su desarrollo es la mala higiene o un aseo deficiente, la sudoración excesiva o hiperhidrosis, entre otras.



Los jóvenes son quienes tienen mayores probabilidades de presentar los desagradables forúnculos en la piel, sobre todo en las áreas con mayor cantidad de pelos y en zonas de mayor roce y sudoración. Sin embargo, para evitar que la afección se prolongue, es necesario un tratamiento oportuno.
La dermatóloga de Clínica Alemana, doctora Vesna Dragicevic explica que el forúnculo es una infección aguda que "se origina generalmente por la bacteria Staphylococcus aureus, la que infecta el folículo piloso pelo- en su parte más profunda y su tejido vecino, produciendo una necrosis o muerte de las células con tendencia a supurar material purulento o pus".

Esta alteración se manifiesta principalmente en el rostro, en la región posterior del cuello, en las axilas, cuero cabelludo, muslos y glúteos. Sin embargo, la especialista señala que los mayores riesgos ocurren cuando se origina en el labio superior, la nariz y sus alrededores, ya que esas zonas presentan una mayor cantidad de vasos sanguíneos con conexiones a vasos más profundos. Por este motivo es importante no manipular la lesión, ya que se puede provocar una trombosis vascular local.

¿Cómo se reconoce un forúnculo?
En general, se presenta en un área poco nítida, es de color rojo, caliente y muy doloroso, con un nódulo de 1 a 5 centímetros de diámetro. La zona central de la lesión puede ser más blanda y presentar un tono amarillento - purulento. En general, no se presenta más de uno, sin embargo, en casos excepcionales pueden surgir en mayor cantidad, hasta formar una masa que drena pus en varios puntos, llamado carbunclo.
Cabe destacar que existen factores que predisponen su desarrollo, como la mala higiene o un aseo deficiente; la sudoración excesiva o hiperhidrosis; el roce en las áreas pilosas - ya sea por deporte o por motivos laborales-, y enfermedades como la obesidad o la diabetes.

La importancia de un tratamiento oportuno
El primer paso es consultar al dermatólogo y realizar un diagnóstico a tiempo. En ciertos casos, se indica un estudio de laboratorio para identificar el germen que produce la lesión, lo que se puede efectuar con un examen directo, un cultivo bacteriano o un antibiograma, para observar la sensibilidad de la bacteria a los antibióticos.

Ahora bien, si el joven presenta múltiples forúnculos y en forma repetitiva o tiene otras enfermedades asociadas que puedan indicar un deterioro de su inmunidad, es necesario realizar un estudio de mayor envergadura para descartar diabetes, alguna inmunodeficiencia o una baja de sus defensas.

¿Cuál es el tratamiento? La dermatóloga explica que es necesario aplicar calor húmedo en la zona afectada para facilitar el drenaje espontáneo de la lesión. Si esto no se produce, el procedimiento debe ser efectuado por un médico, quien recetará antibióticos orales o sistémicos, derivados de penicilinas semisintéticas. En ciertas ocasiones hay que realizar drenaje quirúrgico.

Quiste sebáceo-

Quiste sebáceo: Una inofensiva protuberancia
Así se llaman vulgarmente a los quistes epidérmicos, que son benignos, de crecimiento lento y tienen un contenido de apariencia grasoso.



Por lo general, los quistes sebáceos son pequeños y pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Son nódulos firmes benignos, la piel que los recubre es de aspecto normal y son fáciles de mover, ya que no están adheridos a estructuras profundas. El problema se presenta cuando son más grandes y se manifiestan en lugares incómodos.

Estas protuberancias contienen material cutáneo muerto y laminillas de queratina que tienen visualmente un aspecto grasoso y un olor rancio. La doctora Francisca Sánchez, dermatóloga de Clínica Alemana, explica que "la formación de estos quistes se produce durante el desarrollo embrionario al quedar un brote de la primera capa de piel, epidermis, incluida en la segunda llamada dermis".

Por este motivo, las protuberancias están conectadas con la superficie de la piel, lo que se expresa como un punto en su superficie que a veces es claramente visible y negro, y otras, es más inaparente y sólo se ve con una lupa de aumento.

"Es habitual encontrarlos en el cuero cabelludo y en la espalda, aunque pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo", comenta la doctora. Agrega que cuando son visibles y molestan, tanto estética como funcionalmente, o si se han inflamado en más de dos ocasiones, es recomendable sacarlos quirúrgicamente.

Si no hay molestias y son poco notorios una cirugía es innecesaria. La especialista afirma que "estas lesiones no desaparecen solas con el tiempo, por lo que hay que dejarlas tranquilas, sin apretarlas, u operarlas".

Por otra parte, los quistes sebáceos "son completamente benignos y no presentan una transformación maligna". Agrega que el único problema que puede haber, es que se inflamen e infecten, lo que ocurre usualmente después de que se han manipulado en el intento de vaciarlos.

Cuando esto ocurre, se produce una inflamación, ya que "por ejemplo, al reventarlos se rompe la cápsula del quiste, y sale el contenido grasoso que irrita mucho", comenta.

Si sucede un problema de este tipo lo conveniente es tratar con antibióticos y antiinflamatorios. "Si estos medicamentos llegan tarde y no se logra controlar la infección, el quiste se abceda y es necesario drenarlo para sacar la pus", enfatiza la especialista.

La extirpación quirúrgica de todo el quiste debe dejarse para más tarde, cuando esté completamente controlado y superado el cuadro infeccioso.

Esto, "para conseguir el mejor resultado estético, y la extirpación completa de la cápsula del quiste, responsable de la producción del contenido graso, porque si no se extrae en un 100%, es muy probable que reaparezca la lesión"-